e-skills

Habilidades Tecnológicas
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Uno de los principales desafíos de vivir en una sociedad que está cambiando de manera continua y acelerada es que la actualización se ha convertido en una práctica fundamental de operación, para gobiernos, empresas y de igual modo ocurre con el sector educativo.

La cada vez más acelerada incorporación de nuevos productos tecnológicos al mercado acompañada de una expansión sin precedentes en los flujos de intercambio comercial entre las naciones ha obligado a las organizaciones de la sociedad actual ha trabajar en redes estratégicas de colaboración y al mismo tiempo, a renovarse continuamente en aspectos como: adopción de metodologías para gestionar y producir el nuevo conocimiento; incorporación de profesionales con nuevas habilidades en el uso de las tecnologías de información; desarrollo de capacidades para producir innovación continua. Esto en un contexto de una sociedad en red altamente interconectada, flexible y cada vez más interdependiente.

Entre los principales riesgos que surgen al planificar las competencias en el uso de las tecnologías es que se reduzca únicamente al hecho de aprender a utilizar un determinado dispositivo tecnológico. Este conocimiento o aprendizaje específico o restrictivo se expone a perder su utilidad una vez que la herramienta, software o aparato pierda vigencia o haya sido relegada por una versión más reciente.

Para dar respuesta a la caducidad permanente a la que se enfrentan las TIC (también llamada obsolescencia planificada) es fundamental promover tanto en educadores como en educandos la capacidad de convertirse en “ciudadanos adaptable”. Es decir, personas cuyo aprendizaje sea: flexible, colaborativo y expuesto a cambios continuos. Desde esta perspectiva, el enfoque se dirige a la generación de conocimiento y habilidades para su administración, más allá del simple uso de la información. Los “profesionales adaptable” alcanzan un perfil laboral especialmente pertinente para la Sociedad del Conocimiento.

En este marco, el documento adjunto no se restringe a promover la enseñanza de habilidades tecnológicas sino que busca promover la formación de ciudadanos innovadores de conocimiento, que estén en condiciones de desempeñarse en entornos complejos en permanente transformación y reinvención.